El vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, ha criticado este miércoles que la expresidenta del Parlament Carme Forcadell y el exconeseller de Interior Joaquim Forn estén en prisión tras las sentencias que por un lado absuelven a la cúpula de Mossos d’Esquadra de su participación en el 1-O y por otro condenan a la Mesa que presidía Forcadell con una inhabilitación de 20 meses.
Durante la sesión de control a quien ejerce las funciones de presidente del Govern, Aragonès se ha referido a la sentencia de la Audiencia Nacional que absuelve al mayor de la policía catalana Josep Lluís Trapero de los delitos de sedición y desobediencia, y a la del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que ha condenado a los exmiembros de la Mesa del Parlament Anna Simó, Ramona Barrufet, Lluís Corominas y Lluís Guinó (JxSí) a 20 meses de inhabilitación por tramitar resoluciones relacionadas con el proceso independentista.
«La pregunta es obvia: ¿Qué hacen el señor Forn y la señora Forcadell en prisión? ¿Qué hacen los presos políticos en la cárcel cuando se está desmontando la causa general contra el independentismo?», ha expresado Aragonès al inicio de su intervención.
Durante la sesión, el presidente de ERC en el Parlament, Sergi Sabrià, ha criticado la sentencia contra los exmiembros de la Mesa porque considera que están atacando el debate parlamentario -algo que ha tachado de barbaridad- , ha destacado el «encarnizamiento» contra Forcadell y ha celebrado que este mismo miércoles el Parlament vaya a recibir a los exmiembros de la Mesa condenados.
«También han disparado contra la Mesa del Parlament y, por lo tanto, contra el parlamentarismo. La Mesa de la anterior legislatura ha sido inhabilitada por permitir a los diputados hablar de todo», ha dicho Sabrià, que ha insistido en que, si algo demuestra esa sentencia, es que el fallo contra Forcadell no es justicia sino venganza, en sus palabras.
Aragonès ha explicado que, pese a que ahora la prioridad es la lucha contra la pandemia provocada por el coronavirus, «el virus no ha desplazado a la represión», que considera que continúa y a la que se ha conjurado a hacer frente.
Para ello, el vicepresidente ha insistido en que su apuesta pasa por la amnistía a los dirigentes políticos encarcelados por impulsar el 1-O y por que los catalanes puedan votar en un referéndum de autodeterminación para decidir su futuro político.
«No hay alternativas. Para hacerlo necesitamos amplias mayorías. Hay que trabajar para ampliar estos consenso, no solo los consensos en torno a la salud, sino también en la represión. Y los consensos son amnistía y autodeterminación», ha zanjado, y ha advertido de que cualquier diálogo al que se adhiera el independentismo estará marcado por esas dos variables.
