¿Quién no ha conocido alguna vez esa angustia de estar en deuda con alguien?, ¿de deber dinero y no saber cuándo vas a poder devolverlo? Es ciertamente una situación incómoda y agobiante, que lastra la vida del deudor y le reconcome por dentro. Hasta que no pagas, no estás tranquilo. Claro que no es lo mismo deberle dinero al banco que a un amigo, pero las cuestiones de dinero son siempre escabrosas. Un reciente estudio de varios economistas de la Universidad de Colorado explora las relaciones entre la deudas y la mortalidad.
Las conclusiones son claras: estar endeudado es un factor de riesgo para la salud al mismo nivel que la falta de ejercicio físico o el abuso de bebidas alcohólicas. Si quieres llevar una vida buena y larga, ironizan los autores, es recomendable “hacer ejercicio regularmente, cuidar tu dieta y pagar tus deudas”. Según los datos de los que disponen, las personas que deben menos dinero tienen menos posibilidades de morir jóvenes.
6Hacer números
No hay más remedio. Toca hacer malabarismos con los números para ver cómo podemos deshacernos de nuestras deudas. Hay que establecer varios datos ineludibles para empezar a funcionar.
En primer lugar, hay que establecer perfectamente cuánto dinero debemos y a quién. De esta forma tendremos una visión panorámica de cómo está nuestra cuenta bancaria. Luego conviene establecer, con la mayor precisión posible, cuáles son nuestros gastos fijos y de los que no podemos prescindir.
De este modo empezaremos a ver formas de ir poco a poco solventando las deudas. Conviene asimismo limitar al máximo el uso de las tarjetas de crédito. Ya sabemos que, tarjeta mediante, tendemos a gastar alegremente y sin preocupaciones. Y eso es precisamente, lo que menos nos conviene hacer cuando estamos endeudados.