El tiempo avanza irrefrenable para todos, pero hay algunos que continúan en una lucha personal no para demostrarle nada a nadie; más bien para sentirse aún competitivos en el mundo del deporte. Son muchos los casos de deportistas que siguen en las canchas con ganas de afrontar todos los retos que se les ponen por delante, pero la realidad dice que sus cuerpos comienzan a jugarles malas pasadas. Uno de los casos más resaltantes dentro del tenis que se encuentran en esa batalla contra el tiempo es el de Andy Murray.
Para el escocés los problemas de lesiones no ha llegado a su fin y cuando ya se pensaban que los había superado justo ahora vuelven a atacarlo. Murray sufre de una tendinitis en el psoas izquierdo, en la zona pélvica, que lo viene fastidiando desde su participación en el US Open y que ahora no lo dejan participar en el segundo torneo que se iba a realizar en Colonia y en el que ya perdió en el primer evento realizado en la ciudad alemana de forma aplastante ante Verdasco. Al conocerse su lesión ya se entiende sus problemas para moverse bien de forma lateral y para acelerar rápidamente.
«Traté de lidiar con ello en los entrenamientos y en los partidos, pero desafortunadamente después de mi encuentro aquí, el dolor volvió. He estado entrenando los últimos días tratando de lidiar con ello, pero después de jugar algunos puntos hoy (domingo) decidí que no era suficiente para jugar», explicó Murray en un vídeo por su cuenta de Facebook. No obstante, con estos nuevos problemas el retiro comienza a ser una posibilidad y el adiós se asoma tras una brillante carrera en la que ha pasado por muchas cosas.
4La sombra del retiro se acerca
Esta reciente lesión en su cadera reaviva las voces de un retiro que está cada vez más cerca. Aunque en el vídeo en el que dio a conocer sus molestias también comentó que esperaba volver en el 2021; lo cierto es que Murray en una entrevista para el medio ‘Süddeutsche Zeitung’ explicó que sus próximas sensaciones serían las que dictarían sentencia. «A día de hoy, ya no tengo nada que demostrar a nadie. Voy a jugar todo el tiempo que pueda. Si dentro de un año todavía estoy el 100 del mundo, lo más posible es que no siga jugando. Espero tener un ranking mucho más alto, ganar partidos de forma regular y medirme contra los más grandes de nuestro deporte. Si soy capaz de hacer eso, jugaré todo el tiempo que pueda», señaló. El año que viene será crucial, porque el adiós definitivo podría al fin llegar.