El tiempo avanza irrefrenable para todos, pero hay algunos que continúan en una lucha personal no para demostrarle nada a nadie; más bien para sentirse aún competitivos en el mundo del deporte. Son muchos los casos de deportistas que siguen en las canchas con ganas de afrontar todos los retos que se les ponen por delante, pero la realidad dice que sus cuerpos comienzan a jugarles malas pasadas. Uno de los casos más resaltantes dentro del tenis que se encuentran en esa batalla contra el tiempo es el de Andy Murray.
Para el escocés los problemas de lesiones no ha llegado a su fin y cuando ya se pensaban que los había superado justo ahora vuelven a atacarlo. Murray sufre de una tendinitis en el psoas izquierdo, en la zona pélvica, que lo viene fastidiando desde su participación en el US Open y que ahora no lo dejan participar en el segundo torneo que se iba a realizar en Colonia y en el que ya perdió en el primer evento realizado en la ciudad alemana de forma aplastante ante Verdasco. Al conocerse su lesión ya se entiende sus problemas para moverse bien de forma lateral y para acelerar rápidamente.
«Traté de lidiar con ello en los entrenamientos y en los partidos, pero desafortunadamente después de mi encuentro aquí, el dolor volvió. He estado entrenando los últimos días tratando de lidiar con ello, pero después de jugar algunos puntos hoy (domingo) decidí que no era suficiente para jugar», explicó Murray en un vídeo por su cuenta de Facebook. No obstante, con estos nuevos problemas el retiro comienza a ser una posibilidad y el adiós se asoma tras una brillante carrera en la que ha pasado por muchas cosas.
1Esa cadera que tantos problemas le ha dado a Murray
Lo cierto es que los problemas de Murray se empezaron a multiplicar justo cuando estaba en uno de los momentos más brillantes, tal vez el mejor, de toda su carrera. Y es que en 2016 se adueñó del mundo del tenis al imponerse en el Masters 1000 de Roma, en Wimbledon, ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río 2016, el Masters 1000 de Shangai, el Masters 1000 de París y las Finales de la ATP. Todos esos logros lo llevarían al número 1 de la ATP, pero luego cayó en una espiral de lesiones de las cuales tardaría más de tres años en salir. Sus constantes problemas de cadera lo han tenido reahibilitándose y operándose en varias oportunidades. Ahora trata de seguir luchando para mantenerse vigente en el tenis con apenas 33 años.