La Confederación Española de Organizaciones Empresariales del Metal (Confemetal) ha puesto de relieve lo necesario que es la creación de un marco social y político favorable para las empresas como «inversión de futuro» para el país.
«Es la única forma de asegurar el futuro de España, su progreso y el bienestar de sus ciudadanos», deja claro la patronal en su boletín de coyuntura económica y laboral.
Asimismo, remarca que mientras España espera a los fondos, que podrían recibirse en junio del año que viene, el país se encuentra en mitad de una «recesión sin precedentes» y, según la patronal del metal, «todo parece indicar que la economía, que inició el año con una moderada pero constante deceleración, acabará el ejercicio con la mayor caída del PIB de la historia, que será también el peor registro de todos los países del entorno».
El impacto del desplome en términos de empleo y bienestar social «resulta difícil de calcular ante la falta de estrategia y previsión políticas que añaden incertidumbres a un escenario ya de por si inquietante y poco previsible», según Confemetal.
«Al margen de todo el entramado de plazos, planes, objetivos de inversión y compromisos de reformas de los que depende la recepción de los fondos, la economía productiva, la actividad y el empleo tienen por delante un camino de no menos de ocho meses en los que, si nada cambia, continuará la tendencia actual sin que quepa esperar que la situación política contribuya no ya a adelantar la recuperación económica, sino simplemente a amortiguar el desplome», denuncia.
También alerta de que si las medidas de gasto anunciadas se compensan con subidas de impuestos, se retraerá el consumo y la inversión y perjudicarán la actividad productiva, la recuperación y la capacidad de aumentar el gasto social.
«Paradójicamente, más medidas económicas populistas generarán más recortes. Y todo ello con un déficit fiscal, el segundo mayor de la zona euro, insostenible», lamenta la patronal del metal.
De hecho, cree que las políticas que conducen al equilibrio fiscal y a impulsar el crecimiento económico, «están muy lejos» de la agenda política nacional en una situación de la economía española que «augura más desempleo, más déficit fiscal estructural, menor sostenibilidad de las pensiones y bajo crecimiento de la productividad.
En esta línea, incide en que la situación no se revertirá mientras no se entienda que las empresas son las verdaderas responsables de crear riqueza y empleo y se actúe en consecuencia favoreciendo la actividad empresarial y su competitividad, eliminando trabas y obstáculos a su desarrollo.