La cataplexia entra del grupo de las enfermedades consideradas como raras. Es decir, esas de las que normalmente nunca escucharíamos hablar salvo que nos toquen de cerca porque la padecemos, o porque la padece alguno de nuestros seres cercanos. Pero en este caso, a todos nos suena porque la padece el famoso periodista Jordi Évole incluso ha hablado de ella y de lo que le supone en una de sus visitas al programa El Hormiguero de Antena 3. A lo largo de este artículo veremos qué es la cataplexia y cuáles son sus síntomas y sus posibles tratamientos.
Qué es la Cataplexia
El término cataplexia o cataplejia viene del latín cataplexis, que a su vez deriva del griego καταπλήσσειν, y qué podemos traducir cómo pasmar. La sintomatología de la cataplexia se puede resumir en episodios súbitos y, por lo general, cortos de pérdida bilateral del tono muscular durante la vigilia. Como hecho que puede resultar curioso, la mayoría de las veces, estos episodios se ponen en relación con la vivencia de emociones intensas.
En realidad, la cataplexia es uno de los síntomas de la narcolepsia que es uno de los trastornos crónicos del sueño. La narcolepsia se caracteriza por una somnolencia extrema durante el día y ataques repentinos de sueño, siendo la cataplexia otro de sus síntomas.
El paciente que sufre cataplexia siente una fuerte y repentina debilidad, y en los casos más graves puede llegar a perder la capacidad de movimiento, de habla o de mantener los ojos abiertos. En general, los ataques son leves y no duran más allá de 2 minutos.Es una enfermedad muy asociada a lo emocional, ya que los ataques suelen ser más frecuentes en los momentos de risa, llanto, vergüenza, esfuerzos físicos fuertes, etcétera.
Cuáles son las causas de la cataplexia
La hipocretina es un péptido que se estudió en profundidad en los años 90 por su relación con los ciclos del sueño y de la vigilia. Pero su función va más allá, la hipocretina se encarga de unir las relaciones neuroquimicas con las emociones o el comportamiento social. De modo que sus niveles más altos en nuestro organismo se presentan cuando nos reímos o nos sentimos contentos y excitados y son mucho más bajos cuando estamos tristes, frustrados o tenemos dolor. Es decir la hipocretina se asocia directamente a nuestros estados emocionales.
Este neurotransmisor se modula en la amígdala y en el hipotálamo y de ahí se distribuye a las distintas partes del cerebro. Los bajos niveles de hipocretina en el hipotálamo se asocian también a la cataplexia .
Los síntomas de la cataplexia
Como venimos diciendo, los síntomas más claros de trastorno son los ataques limitantes que impiden el movimiento, el habla o el mantener los ojos abiertos aunque se esté consciente. Es decir, son ataques que se caracterizan por una pérdida total de la tensión muscular en todo el cuerpo o en ocasiones en algunas partes de él. Durante los ataques de cataplexia la musculatura falla, te falta la fuerza en los brazos ,se te pueden caer las cosas al suelo si las tienes en la mano… La pérdida de vigor muscular se nota especialmente en la mandíbula, en la cabeza y en las extremidades. Los pacientes que sufren estos ataques también tienen dificultades a la hora de hablar o alteraciones visuales como visión borrosa o doble.
El periodista español Jordi Évole lo contaba en el programa El Hormiguero explicando que en su caso se dio cuenta gracias a la risa: «me di cuenta de que cuando me entraba la risa con según qué amigos, me entraba una flojera en el cuerpo de caerme, de no poder sostenerme y verticalmente, cosa que hacía mucha gracia la gente, porque me caía de risa.
Los síntomas de la cataplexia se diferencia de los de la somnolencia diurna en que se mantiene la consciencia
El diagnóstico de la cataplexia
Al tratarse de una enfermedad de las consideradas como raras, su diagnóstico no es sencillo. Los pacientes tienen que ser derivados al neurólogo que basándose en un examen físico, el estudio de la historia clínica y la descripción de los síntomas puede solicitar un estudio immunogenetico y una determinación de hipocretinas a partir del líquido cefalorraquídeo, para confirmar el padecimiento de la cataplexia.
Tratamiento de la enfermedad
Son varios los medicamentos que se pueden recetar para tratar los síntomas que provoca la cataplexia entre ellos:
- Antidepresivos tricíclicos como protriptilina o la clomipramina.
- Algunos inhibidores de la recaptación de la serotonina y noradrenalina como la venlafaxina
- El oxibato de sodio con la intención de mejorar el sueño nocturno. Este medicamento se considera como bastante seguro y es de los más utilizados ya que ayuda también a combatir la somnolencia diurna ,
Además, se considera que los tratamientos psicológicos también pueden ayudar en el tratamiento de la cataplexia. Los tratamientos psicológicos en este caso se centran en prevenir los episodios a partir de la identificación previa de los síntomas, lo que permite al paciente reaccionar antes de que se produzcan.
Además a los pacientes de esta enfermedad se recomienda realizar breves siestas diurnas y mantener unos hábitos de sueño lo más saludables posibles.
La relación de la cataplexia y la narcolepsia
Como hemos dicho, la catalepsia está relacionada con el padecimiento de la narcolepsia. Este es uno de los trastornos del sueño que se definen por la aparición de elementos del sueño REM durante los estados de vigilia. Uno de sus síntomas más claros son los ataques de sueño a pesar de haber dormido bien. A ellos se suman la cataplexia y la somnolencia diurna que puede producir la aparición de alucinaciones hipnagógicas e incluso la parálisis del sueño durante la vigilia.
Como curiosidad, la cataplexia no siempre es uno de los síntomas de la narcolepsia pero sí aparece en aproximadamente un 70% de los casos, debido a los bajos niveles de la hormona hipocretina.
Desafortunadamente, hasta el momento es una enfermedad que no tiene cura. Aunque sí se puede tratar como hemos visto para minimizar los síntomas lo máximo posible.