Nunca antes la privacidad del ser humano había estado tan expuesta en Internet. Vivimos en una sociedad muy consumidora de contenidos de diversos tipos, y con esta revolución tecnológica y el avance de las redes sociales, ha abierto una ventana muy importante para mostrarnos sin tabúes. Facebook, Instagram, Twitter, son de las herramientas más famosas, y con políticas muy complejas para que los usuarios puedan exhibirse. Sin embargo, en los últimos años, se ha visto una proliferación de internautas, que de manera normal, se han inmiscuido en una de las plataformas que en tiempos modernos se hace notar con fuerza, hablamos de Onlyfans.
Estamos en un mundo donde las fotos y vídeos tienen un espacio relevante en la vida de las personas. Y si le añadimos, que es posible conseguir dinero mostrando los atributos, definitivamente es una de las vertientes que impera al sol de hoy. Sin temor a la equivocación, se ha impuesto como fuente de trabajo para muchos individuos. Lo cierto, es que detrás de ese éxito que los fanáticos (hombres-mujeres) pueden tener, les llega a mejorar en cierta forma su estilo de vida a nivel económico, pero sin dejar a un lado una diversidad de repercusiones negativas.
Existen fuertes afectaciones que están a la orden del día. Estas ponen en riesgo la privacidad, la honra y sobre todo la dignidad de quien lo practica. No con esto queremos satanizar la actividad, pues cada individuo es responsable de sus actos. Pero si se trata de formar mejores sociedades, sin duda alguna, esta red de redes que tenemos en nuestras manos, nos está haciendo las cosas muy cuesta arriba.
6Aparición de ciberdelincuentes
No es una vertiente nueva, es algo que ya todos conocemos, pero al parecer no ha sido suficiente para parar este avance en Onlyfans, que es los mas prometedores en el mercado, y sin duda ha traído casos muy lamentables para usuarios que han sido víctimas de los ciberdelincuentes.
Dentro de los problemas que más se hace notar, tenemos que los ataques de los informáticos, apuntan básicamente al robo de las credenciales del creador de contenido. Posteriormente se da el proceso de suplantación de identidad, se crean perfiles falsos, y se hacen con la información del usuario y de los posibles clientes que tiene la persona.