Las de “Misión Imposible” están en el grupo de esas películas que todos hemos visto en alguna ocasión. Con toda nuestra atención o de fondo mientras dormimos la siesta, enteras o a cachos, en orden o según las echasen por la tele. Tom Cruise hizo en ellas uno de los papeles por los que será recordado en la posteridad. Pura adrenalina, acción, intriga y también algo de glamour. Un James Bond un poco más moderno y menos inglés.
También es “Misión Imposible” parangonable a películas como “Bourne” o “Ethan Hunt”. Puro cine de espías, aunque cada cual con sus singularidades. Lo que claramente distingue a “Misión Imposible” de las demás son sus escenas de acción grandilocuentes e inverosímiles. Fantasmadas con mucha frecuencia, pero eso no le quita interés a la película. Más bien al contrario: los espectadores de “Misión Imposible” quieren explosiones, tiroteos, caídas al vacío, persecuciones de locura…Y los guionistas les dan lo que piden.
4Hay que salir de aquí
Otra de las escenas clásicas de la saga, esta de la película “Misión Imposible 3”, del año 2006. Ethan Hunt, pese a su aplomo y firmeza, también flaquea y se arrepiente en ocasiones de sus comportamientos impulsivos. Cosas de espías, supongo. En esta escena en concreto, Hunt estuvo a punto de pagar muy cara su osadía.
El agente secuestro decide secuestrar al malvado Owen Davian. Pero, claro, secuestrar a un villano no es fácil.Y, sobre todo, no puede uno esperar que sus subordinados se queden de brazos cruzados. Los matones a sueldo de Davian cortaron el puente por el que debía cruzar Hunt, dispuestos a acabar con él de cualquier forma y liberar a su amo.
Lo segundo lo consiguen. Lo primero es evidente que no, pero poco les falta. Ethan Hunt es consciente de que está en inferioridad de condiciones contra los misilazos y las armas automáticas de sus enemigos. Al final, libra de puro milagro gracias a ese sexto tan sentido tan característicos de los espías.