Para muchos, el otoño es la mejor estación del año. No es de extrañar, pues tienen razones de sobra para sostenerlo. Los colores ocres de la naturaleza, la luz otoñal del crepúsculo, el cielo medio cubierto, la brisa que invita a abrigarse bien…Lo ideal para una escapada de fin de semana, especialmente para una escapada al mundo rural y a los pueblecitos con encanto de Barcelona.
Y es que a muy poco tiempo de la capital catalana nos encontramos con auténticas joyas. Pueblos discretos y coquetos, de mar y de interior, que merecen una visita para disfrutar de sus paisajes, su arquitectura y su gastronomía. En dos semanas, a principios de noviembre, es el puente de Todos los Santos. Si estás pensando en hacer un pequeño viaje por la provincia de Barcelona, toma nota de estos enclaves.
6Castellar de Nuch
Este pueblo está levantado a la misma vera del nacimiento del río Llobregat. Hablamos de un bonito y pintoresco pueblo de calles empedradas y aroma medieval que no olvidarás jamás. El casco antiguo de la localidad habla por sí mismo del esplendor pretérito de esta localidad, de gran importancia estratégica a partir del siglo XII.
Además de esto, es impactante y llamativo dejarse caer por la antigua fábrica de cemento, un edificio modernista que constituye la más singular edificación de la industria decimonónica en Cataluña.