Los pueblos más bonitos de Barcelona ideales para una escapada

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Para muchos, el otoño es la mejor estación del año. No es de extrañar, pues tienen razones de sobra para sostenerlo. Los colores ocres de la naturaleza, la luz otoñal del crepúsculo, el cielo medio cubierto, la brisa que invita a abrigarse bien…Lo ideal para una escapada de fin de semana, especialmente para una escapada al mundo rural y a los pueblecitos con encanto de Barcelona.

Y es que a muy poco tiempo de la capital catalana nos encontramos con auténticas joyas. Pueblos discretos y coquetos, de mar y de interior, que merecen una visita para disfrutar de sus paisajes, su arquitectura y su gastronomía. En dos semanas, a principios de noviembre, es el puente de Todos los Santos. Si estás pensando en hacer un pequeño viaje por la provincia de Barcelona, toma nota de estos enclaves.

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Mura

Más que un pueblo, Mura es una aldeilla que a duras penas llega a los 200 habitantes. Se trata de un antiguo pueblo medieval, muy cercano a Terrasa, y a solamente 50 kilómetros de la capital de Cataluña. Sus callejuelas de piedra y el trazado medieval del pueblo es lo que le confiere ese aire tan especial que se respira en Mura.

La joya de la corona es la iglesia románica de San Martín, que data del siglo XI de nuestra era. Fue entonces cuando empezó a construirse Mura y, un paseo por sus calles a día de hoy, es como hacer un viaje en el tiempo. Este pueblo está rodeado de un paraje incomparable, en el corazón del Parc Natural de Sant Llorenç del Munt. 

Mura tiene mucho que ver, pero más aún sus alrededores. Por ejemplo, el conocido como Puig de la Balma, una masía prácticamente excavada en la roca y que a día de hoy se usa como museo, alojamiento o lo que se tercie. Además, hay más de una cincuentena de fuentes naturales en los alrededores del municipio. Una excelente excusa para ponerse en ruta.