Aunque no es un hecho concreto, es decir un partido o una final especial, este es un registro que coloca a LeBron James entre lo más alto de la historia de la liga, porque es un hito en conjunto que nunca nadie había hecho. El de Akron se transformó en el primer jugador en ganar cuatro títulos de la NBA con tres equipos distintos (Heat, Cavs y Lakers) y no conforme con eso, también en el primero en conseguir cuatro MVP de finales con esos tres conjuntos. La magia de LeBron radica en su constancia, porque sus títulos se traducen en 17 temporadas en la liga; pero en cada una siendo protagonista y eje central de sus equipos.

Su calidad lo ha hecho resaltar en cualquier sistema, rodeado de todo tipo de jugadores y enfrentándose a distintos rivales a lo largo de los años. Con la consecución de este cuarto anillo demostró que no importa nada de lo que lo rodee, a él solo le vale ganar y destacar en esas victorias; por eso es que su MVP está más que justificado. Con 35 años todavía se ve que le queda cuerda para un rato más y es que su calidad trasciende su edad; porque el tiempo no lo ha hecho disminuir en sus habilidades, más bien las ha potenciado y mejorado. Lo más importante es que con sus ansias de seguir triunfando, su historia la seguirá escribiendo con sus hazañas y esos cuatro anillos, con sus cuatro MVP, ya forman parte de ella.