La temporada de la NBA finalizó con los Lakers de Los Ángeles llevándose el trofeo de campeones al superar en las finales a los Heat de Miami, por 4-2 en la serie. Sin embargo, pese a que la franquicia californiana logró alcanzar de una vez por todas a los Celtics de Boston, con sus 17 títulos; mucho de los flashes y las noticias se las llevó el protagonista de la hazaña: LeBron James.
Al agregar este nuevo anillo de campeón y el su cuarto MVP de finales, el astro del conjunto de Los Ángeles aumentó más los grandiosos registros de su tremenda carrera. Sus números, títulos y hazañas son tan formidables que una vez más surgió el debate para determinar quién es el mejor jugador de la historia de la NBA; y lo cierto es que LeBron acumula una buena cantidad de factores que lo meten de lleno en esa lucha por un título que solo puede discutirle un tal Michael Jordan.
3Ese campeonato histórico contra los Warriors
Cierto es que todos los anillos que ha obtenido LeBron James han sido de una importancia y valor incalculables, pero el que cosechó en el 2016 significó una serie de récords y registros brillantes que agrandan su carrera. Esa campaña, los Warriors de Golden State volvieron a triturar a todos sus rivales dentro de la NBA; tanto fue su poder que se convirtieron en «el mejor equipo de la historia» al acabar la temporada regular con marca de 73-9, con lo que superaron el récord de los Bulls de Chicago de Michael Jordan, que en 1996 habían dejado el registro en 72-10. El dominio de los de la bahía siguió en los playoffs y en la final se medirían por segunda ocasión consecutiva a los Cavs de James, con un favoritismo tan grande como el Everest.
Las Finales comenzaron muy mal para LeBron y los suyos, tanto que los dos primeros juegos perdieron de forma terrible; y aunque el tercero lograrían imponerse, los Cavs perdieron el cuarto para dejar la serie 3-1 favorable para los Warriors. Sin embargo, todo cambió a partir de ese quinto partido; James despertó, se echó el equipo al hombro para liderar una remontada histórica y ganaron esa serie por 4-3. En tres juegos se transformó en superhéroe y con el «nivel Dios» activado llevó a los de Cleveland a convertirse en el primer equipo en toda la historia que revierte un 3-1 en contra, con lo que se quedó con el MVP de esa serie final y el anillo de campeones, siendo ambos los terceros de su carrera. Solo una leyenda podría lograr semejante gesta y el de Ohio demostró que es un verdadero elegido.