Un postre sencillo, rápido y delicioso. Al alcance de cualquier cocinero, incluso del más torpe, y garantía de éxito entre tus comensales e invitados. Y es que, ¿a quién no le gusta el flan de café? Es un postre completo que, por si fuera poco, tiene pocas calorías. El flan de café aún conserva ese marchamo de cocina tradicional, de receta de la abuela que a todo el mundo agrada.
Este flan de café le ofrece al cocinero la posibilidad de adaptar la receta según qué sea lo que está buscando. Es importante, por ejemplo, tener en cuenta si ese postre lo van a comer niños o adultos. En caso de que sea para los más pequeños de la casa, conviene estar al tanto y cocinarlo con café sin cafeína. De lo contrario, tendremos a los niños hiperactivos durante unas cuantas horas. Vamos a ello entonces.
4Seguimos con lo demás
Si tienes un robot de cocina, como la Thermomix por ejemplo, te será de gran ayuda en este momento. Si no, un recipiente grande y una batidora bastan. Sirve en un recipiente los huevos, la leche, el café y el azúcar. Remuévelo todo con la ayuda de la batidora o del robot de cocina hasta que quede como una masa homogénea.
Pon todas las flaneras en una fuente apta para poner en el horno. Cubre esta fuente con agua, de manera que los flanes se hagan al baño María. Eso sí, sé muy precavido, pues no puede entrar agua dentro de la flan. De lo contrario, se te chafará el postre.
El horno, ya lo hemos dicho, a 180º durante unos 45 minutos. El tiempo, es aproximado, pues depende mucho de cómo sea tu horno. Para cerciorarte de que están hechos, el truco es meter un palillo en uno de los flanes. Si sacas el palillo limpio, es que está listo para comer. Una vez fuera, déjalos hasta que se hagan a la temperatura ambiente. Si quieres, acto seguido puedes meterlos un rato en la nevera y, ¡a la mesa!