Si bien es cierto que Internet nos facilita mucho la vida a la hora de realizar todo tipo de gestiones, también lo es que se la facilita igualmente a los estafadores. Esto no quiere decir que ahora haya más estafadores que antes, simplemente que saben aprovechar también las nuevas tecnologías para que caigamos en sus redes. Un ejemplo claro es el del contrato de alquiler fraudulento que puede acabar incluyendo en las listas de morosos a personas es que han cedido sus datos inocentemente a una gente que normalmente ni siquiera llegan a conocer.
3No adelantar dinero si se desconfía
Es muy posible que, si se trata de un contrato de alquiler fraudulento, cuando contacte con el anunciante a través del correo electrónico, este le diga que no es posible visitar el piso antes de alquilarlo. Lo habitual es que le ponga excusas del tipo que el dueño del piso no se encuentra en el país o que está de viaje.
Le explicarán que el procedimiento es realizar la reserva y efectuar el primer pago. Lo cierto es que este es un procedimiento que suele hacerse en el alquiler de pisos de vacaciones, pero no es habitual en los contratos de alquiler a largo plazo. Y debemos tener presente que quizás el fraude más habitual es el de intentar alquilar un piso que ni siquiera existe.