El salmón es uno de los pescados más ricos y sabrosos que se puede comer. Además, es que es muy polivalente y se puede cocinar de muchísimas maneras. Eso sí, este pez necesita ser cocinado con cuidado para que quede en su punto. Si nos pasamos de cocción, quedará seco. Y si no lo hacemos demasiado, arruinará el plato con su crudeza. La carne de este pez naranja es jugosa y apenas sin espinas.
Además, es que es un alimento muy sano y saludable. De hecho, es uno de los pescados más alimenticios del mundo. Este pescado, que nace en agua dulce, llega al mar para crecer y desarrollarse y vuelve al río a poner sus huevos. Esta migración hace que desarrolle esa masa muscular tan rica a la hora de cocinarla. Sin embargo, estuvo a punto de extinguirse debido a la sobrepesca. Es rico en proteínas y omega tres. Si lo comemos cocinado, vamos a darte algunos consejos para que le des su punto ideal.
7El color en el salmón ahumado
Lo naranja o rojizo que sea un salmón ahumado no nos cuenta nada sobre su calidad. De hecho, podemos encontrarlos más colorados y es tan solo porque ha comido marisco, no porque sea mejor.
Lo importante en el salmón ahumado es el origen y que no esté seco. Para eso tendremos que fijarnos en si es salvaje y en la fecha de caducidad. Un salmón así nos durará unos 30 días en el frigorífico.