El salmón es uno de los pescados más ricos y sabrosos que se puede comer. Además, es que es muy polivalente y se puede cocinar de muchísimas maneras. Eso sí, este pez necesita ser cocinado con cuidado para que quede en su punto. Si nos pasamos de cocción, quedará seco. Y si no lo hacemos demasiado, arruinará el plato con su crudeza. La carne de este pez naranja es jugosa y apenas sin espinas.
Además, es que es un alimento muy sano y saludable. De hecho, es uno de los pescados más alimenticios del mundo. Este pescado, que nace en agua dulce, llega al mar para crecer y desarrollarse y vuelve al río a poner sus huevos. Esta migración hace que desarrolle esa masa muscular tan rica a la hora de cocinarla. Sin embargo, estuvo a punto de extinguirse debido a la sobrepesca. Es rico en proteínas y omega tres. Si lo comemos cocinado, vamos a darte algunos consejos para que le des su punto ideal.
6Sazonar el salmón
La sal en el salmón hay que ponerla justo antes de cocinarlo. Si dejamos salando el salmón durante mucho tiempo antes de cocinar, va a perder humedad y al final va a salir más seco que si no le hubiéramos puesto nada.
Uno de los secretos de El Bulli era cocinar el salmón envolviéndolo con gasas. Salándolo y envolviéndolo en otra gasa. Así durante varias capas. Así se consigue curar el salmón mucho más rápido. Además, se le puede echar algún licor que le dará más sabor.
Tras esto, el salmón se envasa al vacío y se deja reposar durante unas 4 horas. Cuando abramos el paquete y retiremos la sal, tendremos en pocas horas un salmón marinado que nos hubiera llevado más de 10 horas de elaboración.