El salmón es uno de los pescados más ricos y sabrosos que se puede comer. Además, es que es muy polivalente y se puede cocinar de muchísimas maneras. Eso sí, este pez necesita ser cocinado con cuidado para que quede en su punto. Si nos pasamos de cocción, quedará seco. Y si no lo hacemos demasiado, arruinará el plato con su crudeza. La carne de este pez naranja es jugosa y apenas sin espinas.
Además, es que es un alimento muy sano y saludable. De hecho, es uno de los pescados más alimenticios del mundo. Este pescado, que nace en agua dulce, llega al mar para crecer y desarrollarse y vuelve al río a poner sus huevos. Esta migración hace que desarrolle esa masa muscular tan rica a la hora de cocinarla. Sin embargo, estuvo a punto de extinguirse debido a la sobrepesca. Es rico en proteínas y omega tres. Si lo comemos cocinado, vamos a darte algunos consejos para que le des su punto ideal.
5El tiempo en el fuego
El tiempo de cocción en un pescado es uno de los factores más importantes. Si lo dejamos demasiado tiempo en el fuego, el salmón se nos va a secar. La carne va a secarse y va a perder muchas propiedades.
Para darle el punto adecuado debemos hacerle en la brasa un vuelta y vuelta para que quede dorado por fuera, crujiente y jugoso por dentro, pero sin que quede crudo. En unos 3 minutos el salmón está hecho. Pero no hay que darle muchas vueltas.
Tampoco hay que aplastarlo, ya que en ese caso perderá sus fluidos y quedará más seco. En caso de meterlo en el horno, unos 10 minutos serán suficientes para que esté hecho. Siempre hay que tener en cuenta que, tras sacarlo, el calor residual lo seguirá cocinando un poco más.