El salmón es uno de los pescados más ricos y sabrosos que se puede comer. Además, es que es muy polivalente y se puede cocinar de muchísimas maneras. Eso sí, este pez necesita ser cocinado con cuidado para que quede en su punto. Si nos pasamos de cocción, quedará seco. Y si no lo hacemos demasiado, arruinará el plato con su crudeza. La carne de este pez naranja es jugosa y apenas sin espinas.
Además, es que es un alimento muy sano y saludable. De hecho, es uno de los pescados más alimenticios del mundo. Este pescado, que nace en agua dulce, llega al mar para crecer y desarrollarse y vuelve al río a poner sus huevos. Esta migración hace que desarrolle esa masa muscular tan rica a la hora de cocinarla. Sin embargo, estuvo a punto de extinguirse debido a la sobrepesca. Es rico en proteínas y omega tres. Si lo comemos cocinado, vamos a darte algunos consejos para que le des su punto ideal.
3Quitar las espinas no tiene importancia
Hay gente que no come pescado tan solo porque tiene espinas. No es por cuestiones de sabor, textura o porque no le guste. Así que si tú eres de esas personas o vives con alguien que no soporta las espinas, puedes pedir a tu pescadero que las retire.
También puedes retirarlas tú en casa, pero hay que tener en cuenta que el salmón es un pescado azul. Los pescados azules por norma general son más delicados que los pescados blancos. Necesitaremos pinzas y cuidado para retirar las espinas.
Lo que está claro es que con o sin espinas, no va a variar el sabor de la carne. Así que, si no te gustan, te incomodan o las quieres para hacer un rico caldo, déjalas o quítalas. Es tu elección y el pescado no se va a ver afectado por ello.