El antiguo subinspector del Grupo de Blanqueo de Capitales de la Policía Nacional ha reconocido este miércoles, en el Tribunal Superior de Justicia de Baleares, que en la macrocausa de corrupción policial de Palma y sus derivadas- entre ellas, el ‘caso Cursach’- hubo algunas actuaciones «poco ortodoxas», aunque no ilícitas o ilegales.
El agente ha comparecido en calidad de investigado ante el magistrado Carlos Gómez, en una declaración que ha durado cerca de ocho horas. Su comparecencia se ha producido a petición propia y, a diferencia de su declaración anterior, esta vez se ha prestado a contestar a los interrogatorios de los abogados acusadores. Esto ha hecho que su declaración se haya prolongado durante cerca de ocho horas.
Según han informado fuentes próximas al caso, en el interrogatorio, el subinspector ha sostenido que su actuación en la macrocausa fue correcta, y en particular ha defendido su labor en los casos ORA e IME.
En general, ha cargado las responsabilidades sobre el juez Manuel Penalva y el fiscal Miguel Ángel Subirán, manteniendo que las detenciones que se practicaron dependieron de ellos y que eran quienes tomaban las decisiones.
En este sentido, el policía del grupo de Blanqueo ha manifestado que no estaba de acuerdo con algunas decisiones, y que creía que se estaba dando más credibilidad a unos testigos que a otros. En concreto, ha reiterado que avisó de que dos testigos protegidos no le parecían fiables: un ex camarero de Tito’s que denunció las presuntas fiestas con policías y drogas en la discoteca, y la conocida como ‘madame del caso Cursach’, que incriminó a policías y políticos.
Pese a reconocer que hubo algunas actuaciones «poco ortodoxas», ha justificado esto apelando a la especial complejidad de la macrocausa, con numerosos imputados incluyendo a policías y políticos.
Por otra parte, el agente ha declarado que él consideraba que la publicación en prensa de un informe económico policial -sobre un presunto fraude fiscal millonario en las empresas del Grupo Cursach- debía investigarse, y que él mismo denunció estos hechos.
El subinspector fue imputado después de que se localizaran una serie de mensajes en un grupo de WhatsApp con otros agentes de Blanqueo, el juez y el fiscal. Precisamente, un factor que ha hecho que se alargara tanto su declaración ha sido la necesidad de introducir partes concretas de las conversaciones de los whatsapps intervenidos.
Tras la declaración del inspector estaba prevista la de otras cuatro personas, en calidad de testigos, entre ellos la regidora del Ayuntamiento de Palma Angélica Pastor.