El Roland Garros acabó como la mayoría pensaba y como la lógica dictaba: con Rafael Nadal levantando por decimotercera vez el trofeo de este certamen al cielo parisino. La cátedra que dictó el español en la Philippe Chatrier seguramente sea materia de estudio dentro de unos años, por la majestuosidad de su gesta. Sin embargo, a pesar de que el mallorquín fue protagonista principal de principio a fin durante el torneo; y que se levantó como tal vez el mejor deportista español de todos los tiempos, su leyenda no fue la única en gestarse.
París vivió dos semanas impactantes en las que el balear acabó con todos los honores, pero también algunos cuantos salieron bien parados de un torneo duro, en el que poco tiempo hubo para respirar; también para otros fue la confirmación de que van por muy buen camino y deben seguir en la misma estela; y a algunos más los deja con serias dudas de cara a un futuro en el que deben mejorar si no quieren quedarse atrás.
4La aparición fulgurante de Swiatek
Otra de las historias especiales de este Roland Garros tuvo como gran figura a Iga Swiatek. La polaca de 19 años llegó a París sin hacer mucho ruido fuera de cualquier apuesta entre las favoritas, pero a medida que se enfrentaba a sus rivales las superaba con la facilidad de quien espanta moscas. Su repertorio de golpes fue formidable, con el revés paralelo como su mejor arma; y con la precisión que mostró en sus tiros dejó más que claro que iba con la meta fija entre ceja y ceja. Su mejor triunfo fue en los octavos, en los que acabó con Halep de un plumazo; después llegó a la final sin problemas y allí se deshizo de Sofia Kenin casi sin sudar para alzar el primer grande de su corta carrera. Ahora se ubica en el puesto 17 del ránking WTA y si continúa jugando como en este Grand Slam es probable que escale algunos peldaños más