Ya es parte de nuestra vida cotidiana, y parece que la cosa va para largo. El teletrabajo ha venido para quedarse, y no nos quedará más remedio que adaptarnos y hacerlo de la forma más indolora y justa posible. A finales de septiembre, se publicó en el Boletín Oficial del Estado la ley que regula el teletrabajo y que acaba de entrar en vigor. Tras una larga negociación, el Consejo de Ministros alcanzó un acuerdo con sindicatos y patronal.
“Esta norma nos coloca a la vanguardia de las legislaciones europeas”, según se felicitó Yolanda Díaz, ministra de Trabajo. Precisamente uno de los aspectos que regula la nueva ley del teletrabajo es el relativo a los gastos asociados a trabajar desde casa.
6La ergonomía
Por ejemplo, una silla adecuada para trabajar o una mesa en condiciones. No todo el mundo dispone en su casa de estos objetos, tal vez ni siquiera del espacio donde colocarlos. No vale cualquier silla para estar trabajando durante un mínimo de ocho diarias.
Sentarse durante todo ese tiempo en una silla inadecuada acarreará problemas de salud y dolencias musculares en el trabajador. En la mayoría de los casos es el trabajador quien está haciendo estas inversiones por su cuenta sin esperar a que la empresa pueda sufragarle un porcentaje.