La vigésimo cuarta edición del Festival Internacional de Teatro (FIT) de Cazorla, que ha tenido que adaptar su programación cultural y artística a la situación de la pandemia de la covid-19, ha colgado el cartel de ‘no hay entradas’ en dos de los tres espectáculos celebrados durante el puente del Pilar.
El director del festival, Mario Olivares, ha indicado que «el balance ha sido bastante bueno», ya que esta edición presentaba «algo de incertidumbre en cuanto a la presencia de espectadores debido a la situación epidemiológica».
Ha añadido que el público aficionado al teatro «continua con la fidelidad de cada año», y se ha logrado llenar las casi 90 butacas de las que se disponían en los espectáculos de ‘Lunátika’ y ‘Babylon Cabaret’, y se ha superando las 50 butacas en el primer espectáculo ‘Express’.
En esta línea, ha destacado «la fidelidad del público de Cazorla a esta muestra teatral y el espaldarazo sin duda de los aficionados al teatro, en un momento en el que el sector no está atravesando sus mejores momentos».
Olivares ha explicado que «las medidas de seguridad que se están adoptando en este festival para dar tranquilidad y seguridad tanto a espectadores, artistas y todo el personal de producción son minuciosas».
El FIT Cazorla está compuesto en esta edición con nueve obras en el ciclo de sala y cuatro de teatrino, en una edición en que tan sólo se ha habilitado el aforo para 83 butacas de las más de 300 que cuenta en el Teatro de la Merced.
Esta edición, recibe a artistas de la talla de Cristina Medina, Canco Rodríguez, Roberto Álvarez, Jimmy Roca, Begoña Maestre o Iker Lastra, además contará el 6 de noviembre con la entrega del Premio ‘Ciudad de Cazorla’ de teatro que recaerá este año en Daniel Abreu.