Existen debates difíciles de abordar, porque contrariar la norma general parece toda una ofensa. En el fútbol, pese a la insistencia de los fans de Messi, el debate con Maradona o Cristiano Ronaldo sigue abierto. En el baloncesto, no hay acuerdo entre Lebron, Kobe o Michael Jordan. En el tenis, hasta hace bien poco, existía un consenso bajo la figura de Roger Federer. Parecían no importar los títulos (era el que más ostentaba) o las semanas como número 1, su elegancia bastaba. Pero los últimos años han provocado un cambio de discurso. ¿De verdad es el mejor de la historia? Desde luego, por números, se le empieza a complicar el asunto.
1Masters 1000
El récord que más atrás se le ha quedado es el de los denominados Masters 1.000, los torneos que, tras los Grand Slam y la Copa de Maestros, más importancia tienen dentro del circuito. El suizo se ha quedado en 28, una marca lejana ya de los 36 que ostenta Novak Djokovic, que no sólo lidera esta tabla, sino que es el único que ha sido capaz de ganarlos todos (y en más de una ocasión). El segundo en esta estadística es Rafael Nadal (35), por lo que Federer tiene dos competidores que claramente están por delante de él. Pero hay ejemplos de más magnitud que ponen en duda su figura como el mejor de la historia.