Indeseables los hay muchos y de muchas clases. Y, por desgracia, buena parte de ellos tienen imaginación e inteligencia para urdir sus planes. Por eso hay que andarse siempre al loro para todo, siempre con la mosca detrás de la oreja. Muy especialmente en Internet, donde no vemos ni conocemos a la gente con la que tratamos. Y si hablamos de dinero, de cuentas corrientes o de ofertas de trabajo, ninguna precaución es suficiente.
Parece mentira que haya gente capaz de hacerlo, pero así es. Ofertas de trabajo falsas, hechas para que la gente pique y, tal vez, para acceder a información sensible sobre ella que les permite robarles o suplantar su identidad.
Aquí te van una serie de claves a tener en cuenta para asegurarte de que no te la están intentando colar con una oferta de trabajo.
1¿Quién te hace la oferta?
Es un dato importante. Presta atención al mail del que te escriben a ver si detectas algo extraño en él. Puedes comprobar, con una sencilla búsqueda en Google, si esa empresa de la que te hablan es real.
Es de vital importancia fijarse bien en el remitente. Por ejemplo, si el dominio desde el que nos escribe nos huele mal o nunca habíamos oído hablar de él. Eso no es sinónimo de que sea necesariamente una oferta falsa, pero más vale estar bien atentos.
También puedes buscar el perfil de esa persona en Linkedin y otras redes sociales para cerciorarte de que existe realmente.