Andrea Duro Flores es una de las actrices españolas más bellas, sensuales, radiantes y provocativas que se ha podido ver en toda la historia del país de piel de toro.
Además, esta increíble hermosura nacida en Fuenlabrada, Madrid, es recordada por todos gracias a su participación en series de televisión con un majestuoso rating de audiencia, tales como: Física o Química, El secreto de Puente Viejo y Amar es para siempre.
Asimismo, Andrea Duro se ha hecho un espacio en la memoria de todos aquellos fanáticos del fútbol gracias a que ella terminó siendo la última novia formal del actual atacante de Los Ángeles Galaxy de la Major League Soccer (MLS), Javier Hernández «Chicharito», antes de su relación con la riquísima modelo australiana Sarah Kohan, a quien claramente no tiene nada malo que decirle, ya que su relación con el mexicano, aparentemente, finalizó en los mejores términos.
«Sí, bueno, yo es que no tengo mucho que hablar de esto. No me gusta hablar de mi vida privada y menos de una persona que no está en mi vida. Ya comenté en una entrevista que, por favor, me dejarais de preguntar… Es un tipo al que querré mucho siempre porque al final nos hemos llevado muy bien, hemos sido muy felices juntos el tiempo que estuvimos y estoy feliz por él porque haya podido rehacer su vida», dijo Andrea Duro en una de sus tantas entrevistas.
4El dilema más grande del ‘Chicharito’
Andrea Duro y su espléndida figura se han convertido en el dilema más grande en la vida del delantero de Los Ángeles Galaxy Javier ‘Chicharito’ Hernández, quien aún no sabe si tomó la mejor decisión en el aspecto amoroso. Asimismo, con esto no se quiere decir que la preciosa modelo e influencer australiana, Sarah Kohan, no sea una mujer más que perfecta para compartir la vida con el mexicano, pero para nadie es un secreto que la batalla entre estas dos bellezas está más que reñida.
Y vaya que seguramente Andrea Duro dejó suspirando nuevamente a Javier ‘Chicharito’ Hernández con la imagen que publicó el pasado 17 de agosto en su cuenta de Instagram, en la que su magnífico cuerpo vuelve a relucir en un apretado traje de baño, el cual permite disfrutar del semejante tamaño y perfección de sus atributos.
¡Cuánto sufrimiento para el ariete mexicano!