Debemos ser sinceros, acusamos a las generaciones más jóvenes de tener una importante adicción al teléfono móvil, y es cierto, pero los más adultos también tenemos cierta necesidad de su uso. Seguramente pienses que no es tu caso, que controlas y eso que dicen los borrachos cuando ya no distinguen entre un perchero y su amigo, pero hoy vamos a demostrarte el grado de adicción que sufres.
Y no es algo para tomarlo a broma, ya que acarrea más problemas de los que imaginamos. Lo bueno, es que cuando nos volvemos conscientes del problema, podemos intentar ponerle solución. Tan solo hay que ser sinceros con uno mismo. Pero antes de llegar a este punto, vamos a mostrarte todo lo que haces, y que significa que eres un adicto al móvil. Y no, estar pendiente a cuándo saldrá el próximo iPhone 12 no te hace ser un adicto, solo un fanático de la tecnología.
3Jamás sueltas tu móvil
Vayas donde vayas, sin importar qué sea lo que tienes que hacer, tu móvil va contigo. Ni siquiera eres capaz de dejarlo en una taquilla con candado, debe estar contigo a cada minuto del día, que tú puedas sentirlo contra tu pierna en el bolsillo, de lo contrario, la ansiedad se apodera de ti.
Lo más habitual es llevarlo hasta el baño, y esto es un grave problema. Más que nada porque en lugar de tardar unos pocos minutos, pierdes mucho más tiempo mientras juegas a alguna de tus apps o revisas las redes sociales, una vez más.