Sabemos que es posible, porque todos hemos pensado en hacerlo alguna vez. Haberlo conseguido es otra cosa, pues son necesarios conocimientos avanzados en informática para conseguirlo. No es fácil en absoluto hackear el wifi del vecino y conectarnos a Internet desde su red sin pagar factura. Vale que no aprendamos a robar conexiones, pero al menos hay que saber bien cómo defender la propia.
Seguro que alguna vez te ha pasado. Notas que tu wifi va muy lento, que las páginas tardan en cargar y todo se ralentiza más de la cuenta. Y sientes la mosca detrás de la oreja: ¿habrá alguien robándome el wifi?, ¿tendré un vecino que es pirata informático y se ha enganchado a mi red sin que yo me dé cuenta? Tranquilo, hay formas sencillas de saber si eso está sucediendo y de solucionarlo por la vía rápida.
5¿Cómo hacer que no vuelva a suceder?
Es posible aplicar una serie de precauciones para evitar que se repita una situación similar. La primera que se te pasará por la cabeza, de pura lógica, es cambiar la contraseña del wifi. Intenta poner una combinación de letras y números difíciles de adivinar. No vale tu nombre+año de nacimiento.
Puedes también ocultar tu conexión wifi y hacer que no sea visible para las personas que estén cerca. También es posible cambiarle el nombre principal.
Más opciones. Según el operador o router que tengas, podrás seleccionar los dispositivos que están autorizados para acceder a tu línea. Cumpliendo todos esos requisitos será difícil que vuelven a entrar en tu conexión. A no ser, claro está, que tu vecino sea de Anonymous o trabaje para el CNI. En ese caso no te queda más que resignarte y, si acaso, pedirle que te invite a una caña a cambio.