El tenista Rafa Nadal será nombrado este viernes por el Ayuntamiento de Sant Llorenç des Cardassar hijo adoptivo de la localidad mallorquina por su implicación, intervención y aportación económica para los damnificados por la ‘torrentada’ del 9 de octubre de 2018 y le dedicará una calle del municipio.
Según ha informado el Consistorio en un comunicado a las 13.00 horas está prevista la celebración de un minuto de silencio en recuerdo y homenaje a los damnificados y a las personas que perdieron la vida en la «fatídica torrentada» que afectó el Llevant de Mallorca hace ahora dos año y que ocasionó cuantiosos daños materiales y «un gran dolor por la muerte de 13 personas».
Tras el minuto de silencio, está prevista la celebración de un pleno que aprobará la declaración de hijo adoptivo de Sant Llorenç al tenista de Manacor.
El Ayuntamiento ha subrayado que la localidad pudo rápidamente «caminar hacia la normalidad» gracias a la generosidad y el altruismo de miles personas, entre las que se encuentra Rafa Nadal, que no solo se sumó a los ejércitos de voluntarios que «ayudaron con sus manos a retirar el barro» sino que también organizó una carrera solidaria y donó un millón de euros para todos los damnificados.
Sant Llorenç ha resaltado el amor y el afecto del tenista hacia el municipio y sus habitantes, que ha quedado más que demostrado, y para los vecinos de la localidad es una persona especial que merece el reconocimiento.
Este viernes se cumplen dos años de las graves inundaciones que sufrió el Llevant de Mallorca el 9 de octubre de 2018, que dejó 13 víctimas mortales, además de importantes daños materiales cifrados en millones de euros.
Las inundaciones fueron causadas por una tormenta con intensas lluvias que tuvo lugar la tarde del 9 de octubre de 2018. Este fenómeno abarcó unos 232 km2 de los municipios mallorquines de Sant Llorenç, Artà, Son Servera, Manacor y Capdepera, con una población afectada de unas 35.000 personas.
La localidad más perjudicada fue Sant Llorenç des Cardassar, un municipio de unos 8.000 habitantes. La búsqueda de víctimas duró días y se movilizaron miles de voluntarios civiles.