Por estos motivos nos encanta la comida basura

-

Es salir a comer fuera y sentir una irresistible necesidad de comer comida basura. No estás solo, le pasa a todo el mundo. También sueles tener la sensación de que comer este tipo de basura es cometer un pecado, eso es por la educación que nos han dado de pequeños y que se nos interioriza durante el resto de nuestros días. Pero es que la comida basura, a pesar de ser poco nutritiva e incluso perjudicial, está muy rica.

Según algunos estudios científicos, incluso estamos relacionándonos con hamburguesas, pizzas y perritos desde que estamos en el vientre de nuestra madre. Así que cuando pensemos en esa obsesión por esta comida de baja calidad, vamos a rememorarnos a la infancia, a nuestros recuerdos y a todas las sensaciones que sentimos al entrar en el restaurante, oler los aromas. Lo que sentimos cuando le damos un bocado a ese trozo de comida que tiene las mismas calorías que le cuerpo humano necesita durante todo un día.

1
La infancia en la comida basura

Nuestros padres, al educarnos, a veces se equivocan bastante. Nos inculcan que la comida sana hay que comerla por obligación. Aunque no te gustara, tenías que comer judías, platos de cuchara y todo tipo de pescado y verduras. A los niños esto no les gusta.

Sin embargo, te decían que, si te comías todo, por la noche cenarías una rica hamburguesa. Así identificabas a la comida basura como el premio a la comida sana tomada por obligación. Aunque parezca una tontería, esto se interioriza.

Y es que así es como aprendemos en nuestros primeros años de vida y esto nos condiciona. Ya lo decían los filósofos y los psicólogos, los animales aprenden por premio castigo. Así es como tomamos a la comida basura, como el premio ante una comida que no nos gusta tanto.

Atrás