La española Patricia Pacheco, telemétrica del equipo SIC58 Squadra Corse de la categoría de Moto3 del Mundial de Motociclismo, reconoce que ha cumplido el sueño de ser «la persona a la que acudiera un piloto para encontrar una solución para ser más competitivo», y el orgullo que le produce que haya otras mujeres que la vean «como un modelo en el que inspirarse»
«Soñaba con ser un día la primera persona con la que el piloto hablara en cuanto se bajara de la moto, la persona a la que acudiera para encontrar una solución para ser más competitivo», confesó Pacheco en el espacio ‘Women in MotoGP’ (‘Mujeres en MotoGP’) de la web del Mundial.
La madrileña recordó que siempre destacó «en matemáticas y física». «Elegí estudiar ingeniería aeroespacial y durante unos años trabajé en Madrid en ese campo. Estaba haciendo unas prácticas sobre lo que había estudiado y, una vez terminado ese contrato, me contrataban, pero no era exactamente lo que yo quería», apuntó.
Pacheco quería trabajar en el mundo de la motos como telemétrica y «la única forma» que se le ocurrió en aquel momento para conseguirlo fue marcharse a Barcelona y alistarse en la afamada escuela Monlau. «Tuve que dejar atrás a mi familia y un trabajo seguro para lanzarme a una nueva aventura, hacia la incógnita», admitió.
A partir de ahí, fue encontrando trabajo en el CEV y en el Campeonato de España, e incluso en su «primer año» ganó el título en Pre-Moto3 con Sergio García Dols, actual piloto de Moto3 en el Estrella Galicia 0,0. «»El CEV es un gran campeonato y me sentía muy bien en el equipo donde estaba, pero quería trabajar en el Mundial», recalcó.
La oportunidad se le presentó con Paolo Simoncelli, padre del fallecido Marco Simoncelli, que inicialmente le ofreció «una plaza en el CEV», pero al que finalmente convenció para que en 2018 aterrizase en el Mundial en Moto3 y para trabajar al lado del japonés Tatsuki Suzuki, con el que ya ha logrado dos victorias, además de cuatro ‘poles’. Ahora, Simoncelli le ha confiado también la gestión técnica del ‘SIC58 Squadra Corse’ en el CEV acompañando a ‘Josito’ García y Senna Agius.
«Cuando estamos en los circuitos, a menudo se da el caso de que las niñas o chicas muy jóvenes pasan por aquí y, junto a sus padres, me preguntan qué camino he tomado para trabajar en el Mundial. Me emociona ver cómo escuchan mi historia. Creo que si yo pude hacerlo, todas pueden hacerlo. Saber que hay chicas, como podría haber sido yo hace unos años, que me ven como un modelo en el que inspirarse, me llena de orgullo», sentenció.