Hace algo más de un año Rafael Nadal levantó su duodécimo Roland Garros. Lo hizo ante Thiem (otra vez), para demostrar que el paso de los años, lejos de lastrarle, confirman que no hay otro igual sobre tierra batida. Tiene todos los récords en esta superficie, pero a sus 34 años quiere más. El tenista español, sin embargo, ha afrontado el Grand Slam parisino con más dudas que nunca. Y esta vez no son las lesiones o un bajón tenístico lo que acusa. Los problemas de Nadal llegan por otros condicionantes que han hecho que este sea su Roland Garros más complicado. Hasta el momento ha superado todos los obstáculos, incluido a un valiente Sinner, pero ahora le queda lo más difícil: Schwartzman y, muy probablemente Djokovic. Sin embargo, sus preocupaciones van más allá. Estas son las razones que hacen que la hazaña este año sea mucho más complicada.
2Menos rodaje para Nadal
Mientras Dominic Thiem aseguraba necesitar un descanso tras Roland Garros, Rafael Nadal ha acusado la falta de actividad. Ya durante los duros meses de confinamiento aseguró no haber cogido la raqueta ni un solo día. Sus rivales disputaron exhibiciones y eventos de magnitud mayúscula como el US Open. Pese a que el español se centró en preparar la gira de arcilla mientras otros sufrían el cemento, no ha sido suficiente. Los regresos nunca son fáciles, por mucho que Nadal nos haya acostumbrado a creer que sí tras ganar y ganar después de sufrir varias lesiones. En Roma se comprobó y en Roland Garros se evidenció.