El cachopo es uno de los platos estrella de la gastronomía, diríamos que, mundial. Es un plato asturiano y no es lo mismo que un San Jacobo. Si no queréis matar a un asturiano, no hagáis la comparación ni aunque os parezca buena idea porque no lo es.
El cachopo es uno de esos platos que marca tanto si eres asturiano como si no lo eres. La gente habla de él, compara diferentes recetas, y por supuesto, busca comer el mejor cachopo posible. Si viajas a Asturias podrías probar cachopos en una gran variedad de restaurantes hasta encontrar el que más te guste. El cachopo compite con otras recetas estrella entre las que se encuentran Les Fabes, el arroz con leche, los frixuelos y el pote berces, entre muchos otros platos.
7¿Cómo freímos el cachopo?
A veces puede ocurrir que los filetes queden demasiado juntos para cerrarlos bien. Si os ha pasado, tiene solución ya que podemos insertar varios palillos para que así no se abran en la sartén. Debemos revisar bien que todo haya quedado bien rebozados, sin huecos para que luego no se filtre el queso por ahí. Lo mejor para freír el cachopo es el aceite de oliva virgen extra suave. Este tipo de aceite permite que se pueda freír a alta temperatura sin quemarlo y el resultado del rebozado es crujiente después de poco tiempo lo que hará que el interior esté jugoso.
Por lo tanto, una vez tengamos el filete bien rebozado, debemos preparar en una sartén aceite abundante y cuando esté a una temperatura medio-alta es cuando debemos echar el cachopo. Recordad que el aceite no debe estar tampoco muy caliente para evitar quemar el exterior y que nos quede crudo por dentro.
Debemos cocinarlo de dos a tres minutos por cada lado para que el rebozado quede crujiente y dorado junto con la carne en su punto y el queso derretido sobre el jamón. Lo retiramos de la sartén y lo reservamos sobre papel absorbente. Esto es muy importante para que chupe el exceso de aceite.