A partir de cierta edad, tampoco muy elevada, empiezan a ser nuestra mayor pesadilla. Las canas nos recuerdan que ya no somos tan jóvenes como nos gustaría. Que esos pelos blanquecinos en nuestra cabeza delatan nuestra edad y nos condenan a una vejez anticipada cuando no hemos llegado ni a los treinta.
El cabello natural contiene pigmentos naturales llamados melanina. La melanina es producida en la raíz del cabello por unas células especializadas llamadas melanocitos y desde ahí es donde va a generar nuestro color natural. La mayoría de las personas piensan que esos odiosos pelitos sin color alteran nuestro estado de ánimo y es por ello que al ver una cana en nuestro cabello la quitamos sin conocer las consecuencias al hacerlo.
Lo de las canas es siempre una batalla contra el reloj y contra el tiempo que, como no puede ser de otra manera, estamos condenados a perder. Intentamos desesperadamente de revertir el tiempo y no conseguimos nada. Muchos deciden arrancarse las canas con la esperanza de resolver el problema, y lo único que hacen es agravarlo.
4Deteriora e irrita el cuero cabelludo
Esta es otra de las consecuencias negativas de arrancarse esos pelitos blancos que tanto nos angustian. Las canas poseen una textura algo gruesa y mucho más rebelde que el resto del cabello. Seguro que lo has notado.
Pues bien. Este tipo de cabello es conocido como “pelo macho”. Es por ello, que al arrancarlo del lugar donde salió, saldrá un nuevo pelo de la misma textura o un poco más gruesa. Y vuelta a empezar.
Además, al quitarte las canas de forma violenta, estás contribuyendo a irritar el cuero cabelludo. Esto ocasiona el nacimiento de la caspa y psoriasis. Lo mejor es evitar la tentación y dejar que las canas salgan con tranquilidad.