Esta es una de las cuestiones que quizás nunca ha rondado nuestra mente hasta que nos damos cuenta. En el supermercado, los huevos están en los estantes normales a temperatura ambiente. Pero nosotros nada más llegar a casa, los guardamos en la nevera. Lo que está claro es que son dos formas diferentes de conservar este alimento. Quizás una puede estar bien y otra mal, vamos a intentar verlo.
El caso es que los huevos son uno de los ingredientes que no deben faltar en ninguna casa de España. Tienen múltiples usos. Desde unos ricos huevos fritos con patatas, una tortilla española o de patatas hasta cosas más sofisticadas. Huevos benedictinos, mayonesa, huevos escalfados o huevos hervidos. Pero la duda es: ¿Quién está actuando mal a la hora de almacenar los huevos, los que los meten en la nevera o los que los dejan a temperatura ambiente?
5Experimento con huevos
Para comprobar la diferencia entre un huevo frío y otro a temperatura ambiente bastará con introducir un huevo en la nevera durante unas horas y dejar otro huevo a temperatura normal sin refrigerar.
Ahora freiremos ambos huevos en dos sartenes diferentes y durante el mismo tiempo. Ya al echar los huevos en la sartén vamos a ver que el huevo refrigerado tendrá una yema más centrada y una clara más espesa.
Sin embargo, el huevo que no ha estado refrigerado tendrá un aspecto más desparramado y menos consistente. La yema no estará centrada y vamos a notar que los componentes no son tan ligeros. Esto es debido al aire que ha permitido la porosidad de la cáscara entrar.