Esta es una de las cuestiones que quizás nunca ha rondado nuestra mente hasta que nos damos cuenta. En el supermercado, los huevos están en los estantes normales a temperatura ambiente. Pero nosotros nada más llegar a casa, los guardamos en la nevera. Lo que está claro es que son dos formas diferentes de conservar este alimento. Quizás una puede estar bien y otra mal, vamos a intentar verlo.
El caso es que los huevos son uno de los ingredientes que no deben faltar en ninguna casa de España. Tienen múltiples usos. Desde unos ricos huevos fritos con patatas, una tortilla española o de patatas hasta cosas más sofisticadas. Huevos benedictinos, mayonesa, huevos escalfados o huevos hervidos. Pero la duda es: ¿Quién está actuando mal a la hora de almacenar los huevos, los que los meten en la nevera o los que los dejan a temperatura ambiente?
2La cáscara del huevo es el secreto
Que el huevo pueda conservarse perfectamente a temperatura ambiente es debido a la cáscara. La protección que tiene por fuera el huevo es porosa. Sin embargo, el alimento cuenta por dentro con una fina capa que se llama cutícula.
Esta cutícula es la que protege el contenido del huevo. De esta manera, aunque la legionela se encuentre en el exterior de la cáscara, nunca va a entrar dentro del huevo. Siempre lo mantendrá a salvo.
Eso sí, tanto la cutícula debe permanecer en perfectas condiciones como la temperatura no debe sobrepasar ciertos grados. A partir de 25 grados centígrados, es necesario meter los huevos en la nevera para que no se estropeen ni contaminen.