Netflix no es solo la plataforma puntera en series, sino que también a lo largo de estos años nos ha ofrecido Reality Shows poco usuales y de lo más variados. Se trata de contenidos que de hecho, ya no concebimos para televisión, en el sentido estricto de la palabra, pero que no dejan atrás las fórmulas televisivas clásicas. Netflix nos ofrece múltiples realities de cocina como «Breakfast, Lunch & Dinner» y «Ugly Delicious«, pero sin duda «The Chef Show» es una de las grandes estrellas.
Después de completar una temporada de una veintena de capítulos en tres tandas, «The Chef Show» ha vuelto más fuerte que nunca con una segunda temporada, de la cual los cinco primeros capítulos ya se encuentran disponibles en la plataforma streaming líder. Jon Favreau y Roy Choi traen nuevas aventuras en cocinas de expertos y entusiastas, como siempre priorizando nuestro aprendizaje sobre culturas y pueblos, pero sin dejar de disfrutar del momento y de la experiencia gastronómica.
1Jon Favreau y Roy Choi, una fusión de éxito gracias Netflix
Para quien no conozca el programa, se trata más de una serie en formato documental que de un reality show per se, presentado por Jon Favreau y Roy Choi. Recordemos que Favreau ha sido siempre un eterno secundario en Hollywood que con los años volcó su carrera a la dirección y a la producción de grandes éxito taquilleros como la saga de «Iron Man» y «Los Vengadores».
Por otra parte es creador y productor ejecutivo de «The Mandalorian», la serie de Disney + del universo Star Wars que ha revolucionado las suscripciones de la plataforma y obsesionado tanto a niños como a mayores. En cambio, Choi es un chef estadounidense de origen coreano, conocido por ser el creador de los Kogi Korean BBQ, una flota de food trucks de tacos que fusionan la cocina coreana y mexicana.
Choi ha trasladado la comida propia de restaurantes al formato de comida callejera en camiones, algo que le dotó de popularidad y mucho reconocimiento en la comunidad gastronómica. Choi se volvió una celebridad en el mundo de la cocina por darle un perfil gourment a sus especialidades que podían venderse a la perfección en el incipiente en el movimiento de camiones de comida callejera.
