El vicepresidente del Govern en funciones de presidente, Pere Aragonès, ha asegurado que las elecciones son una oportunidad para demostrar que hay una amplia mayoría republicana en Cataluña y que los catalanes «no tienen rey», a la espera de que Felipe VI visite este viernes Barcelona, acompañado del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
«Los catalanes no tenemos rey, y este país, que tiene una amplia mayoría republicana, tiene la oportunidad de volverlo a confirmar en este Parlament, en los ayuntamientos y en las urnas», ha sostenido en la primera sesión de control que se hace en el Parlament tras la inhabilitación del expresidente Quim Torra por parte del Tribunal Supremo.
Para Aragonés, Felipe VI en su discurso del 3 de octubre de 2017 «consumó el divorcio con los catalanes» y le ha emplazado a reflexionar sobre que ninguna de las tres principales instituciones de Cataluña -Generalitat, Parlament y Ayuntamiento de Barcelona- hayan decidido no recibir al Rey en el acto de apoyo a empresas catalanas.
«No queremos vernos asociados a un jefe del Estado que se ha alineado con la derecha judicial y ha hecho suyo el discurso del ‘a por ellos», ha afirmado.
También ha asegurado que no normalizará «la represión» que considera que supone la inhabilitación de Torra, la sentencia judicial contra el manifiesto de rechazo al fallo del 1-O y ha expresado su solidaridad con la activista de los CDR Tamara Carrasco, que fue absuelta el martes después de ser acusada de un delito de terrorismo.
«Esta impunidad que se basa en el triángulo de la represión entre la cúpula del poder judicial y la Policía Nacional y la Guardia civil presididas por Felipe de Borbón», ha subrayado.
Lo ha dicho en respuesta al presidente de ERC en la Cámara catalana, Sergi Sabrià, que también se ha referido al caso de Tamara Carrasco: «Cuanta injusticia, cuanto dolor, una de las absurdidades represivas que hemos visto en el país».
Asimismo, ha afirmado que esta no es una sesión de control al Govern normal porque Cataluña no tiene presidente, ha cargado contra la relación del Gobierno con el Rey y ha aplaudido que el Govern no asista al acto del viernes: «No es el rey de los catalanes».
En la sesión de control, Aragonès ha contestado a todas las preguntas de la oposición que habitualmente contesta el presidente de la Generalitat -los grupos podían dirigirlas a él o a la consellera de Presidencia, Meritxell Budó, pero todos han optado por el vicepresidente- y también a la de ERC, mientras que JxCat no ha formulado ninguna pregunta de este tipo y se ha limitado a las preguntas habituales a los consellers.