Amancio Ortega, empresario de 84 años, se ha convertido con los años en el multimillonario español más famoso del sector textil. Fundador de Inditex, acumula millones y millones de euros, fruto de una de las empresas más importantes de este sector en España, que engloba marcas como Zara, Bershka Pull&Bear o Stradivarius.
La cantidad de dinero que tiene en el banco, que solo Broncano se atrevería a preguntar, le ha hecho que sea reconocido mundialmente y que las preguntas de cómo, cuándo y dónde aparezcan diariamente sobre sus oídos. Así, siguiendo a Sergio Ramos o Chiara Ferragni -la influencer pionera y más famosa de internet-, Amancio Ortega se ha convertido en el protagonista de la próxima producción de Amazon Prime Video.
La serie estará basada en un libro de su vida: «Así es Amancio Ortega: El hombre que creó Zara», escrito por Covadonga O’Shea, que nos acerca a los entresijos personales y profesionales nunca antes descubiertos del empresario. Un libro llevado a cabo a través de entrevistas y que han vestido a la futura serie de la plataforma. Así, Amancio Ortega se ha visto envuelto en diversas polémicas debido al dinero, sus donaciones y la mano de obra utilizada para fabricar sus prendas. Te contamos algunas de ellas y que, quizás, se traten en la serie.
3Donaciones a mansalva
Amancio Ortega, famoso también por construir su riqueza de cero, es criticado, para bien y para mal, cada vez que hace una donación. El creador de Zara suele dirigir gran parte de las ganancias de su empresa a donaciones, dependiendo de lo que se necesite en cada momento o la situación que esté viviendo el mundo, como la lucha contra el cáncer, ayuda a centros de ayuda o comedores sociales, entre otras cosas.
Este 2020, puso su granito de arena para luchar contra la crisis sanitaria, donando una gran cantidad de dinero para facilitar millones de macarillas y puso a su equipo logístico a disposición del Estado. Una acción que dividió a la sociedad en dos: los que pensaron que era un héroe y alguien generoso, y lo que creyeron que era una manera de lavar su imagen tras el fraude fiscal en el que estaba envuelto con Zara.