Hay que reconocer que, si no lo hacemos así, es por pereza. ¿Cómo se despiezará?, ¿me llevará mucho trabajo? Eso y la inercia. Al final, entonces, nos compramos los pollos ya trozeados, en muslos o como sea, y acabamos gastando más dinero del que deberíamos. Y es hora de cambiar esa costumbre.
Supongo que en más de una ocasión os ha llamado la atención en el supermercado que una bandeja con un par de pechugas de pollo cuesta lo mismo, o a veces incluso más, que un pollo entero viniendo ambos de la misma granja. Y pese a todo picamos. Incluso si somos pocos en casa, podemos ahorrar comprando un pollo entero, consumiendo lo que vayamos a necesitar y congelando el resto para futuras preparaciones. Toma nota.
3Es una opción más ecológica
Esta es otra de las ventajas incontrovertibles de comprar el pollo entero. Si quieres que tu cocina tenga el sello de ecológica, merece la pena considerar el uso de pollos enteros.
La carne es normalmente el ingrediente más complicado de conseguir para aumentar el número de platos ecológicos en la cocina. Pero si te pasas a los pollos completos, puedes utilizar el dinero que te has ahorrado y comprarlos ecológicos.
¡Es un paso muy importante para transformar tu cocina en un lugar respetuoso con el medio ambiente!