Uno de los retos de los psicólogos y psiquiatras a lo largo de la historia ha sido el encontrar los gestos que delatan la mentira. De las peores cosas que hay en el mundo es un mentiroso. Y hay personas que estudian muy bien todos sus gestos para mentir. La mentira está muy presente en la actualidad, no hay más que mirar al Congreso de los Diputados en una sesión diaria. No hay uno solo que no mienta.
Pero por más que se estudien todos los gestos y toda la imagen, los mentirosos siempre acabarán delatándose. Tenemos los gestos más comunes como cruzar las piernas, desviar la mirada o tocarse la nariz. Sin embargo, vamos a ver que hay muchos más gestos que delatan al que no está diciendo la verdad. Y lo mejor de todo es que no se está dando cuenta. Por más esfuerzo que hagamos conscientemente, nuestro subconsciente siempre se impondrá al mentir.
6Mentiroso con boca seca
La mentira produce estrés. Una de las reacciones de este nerviosismo ante la mentira se produce en el cuerpo humano. El sistema nervioso reduce el flujo de saliva a nuestra boca. Un mentiroso podrá tener la boca seca.
Esto se suele dar, sobre todo, en los juicios. Cuando la intervención del mentiroso se alarga, vamos a empezar a notar que quiere beber y que tienen la boca pastosa. Al final les produce problemas en el habla.
Y es que, sin saliva, el mentiroso no va a poder mover la lengua ni los labios con la soltura de cuando están hidratados. Va a pedir agua continuamente y rápidamente se le va a volver a secar la boca. Otro signo para tener en cuenta.