Uno de los retos de los psicólogos y psiquiatras a lo largo de la historia ha sido el encontrar los gestos que delatan la mentira. De las peores cosas que hay en el mundo es un mentiroso. Y hay personas que estudian muy bien todos sus gestos para mentir. La mentira está muy presente en la actualidad, no hay más que mirar al Congreso de los Diputados en una sesión diaria. No hay uno solo que no mienta.
Pero por más que se estudien todos los gestos y toda la imagen, los mentirosos siempre acabarán delatándose. Tenemos los gestos más comunes como cruzar las piernas, desviar la mirada o tocarse la nariz. Sin embargo, vamos a ver que hay muchos más gestos que delatan al que no está diciendo la verdad. Y lo mejor de todo es que no se está dando cuenta. Por más esfuerzo que hagamos conscientemente, nuestro subconsciente siempre se impondrá al mentir.
5El mentiroso mira fijamente
Aunque se dice que la mirada del mentiroso suele estar desviada mientras explica el problema, hay algunos psicólogos que no están de acuerdo con esa afirmación. En los gestos que hace el mentiroso, que está rígido, se incluye la mirada fija.
Esta mirada sirve para compensar el miedo a ser descubierto. Es una mirada fija, por más tiempo del que es normal. También es una mirada en la que no se pestañea de forma regular, es una mirada fija, casi acusadora.
También pretende intimidar y controlar. En vez de admitir que se ha incurrido en una mentira, se miente y se intenta atemorizar a la persona. El fin de esta mirada intimidante es que el interlocutor no ponga en tela de juicio lo dicho por el mentiroso.
