Uno de los retos de los psicólogos y psiquiatras a lo largo de la historia ha sido el encontrar los gestos que delatan la mentira. De las peores cosas que hay en el mundo es un mentiroso. Y hay personas que estudian muy bien todos sus gestos para mentir. La mentira está muy presente en la actualidad, no hay más que mirar al Congreso de los Diputados en una sesión diaria. No hay uno solo que no mienta.
Pero por más que se estudien todos los gestos y toda la imagen, los mentirosos siempre acabarán delatándose. Tenemos los gestos más comunes como cruzar las piernas, desviar la mirada o tocarse la nariz. Sin embargo, vamos a ver que hay muchos más gestos que delatan al que no está diciendo la verdad. Y lo mejor de todo es que no se está dando cuenta. Por más esfuerzo que hagamos conscientemente, nuestro subconsciente siempre se impondrá al mentir.
4Señalar es de mentiroso
Ponerse a la defensiva cuando se va a mentir es una postura inconsciente que se adopta automáticamente. Con esto vamos a atacar a otras personas que nos acusan. De hecho, al mentiroso se lo notará gestualmente.
Los mentirosos a la defensiva que quieran acusar a otro, gesticularán para darle más énfasis a su versión. Así desvían la atención del discurso y se pueden enzarzar en una discusión que nada tenga que ver con la mentira.
De hecho, en plena discusión, muchas veces aceptan que han mentido. Es muy típica la frase de: “Yo he mentido, ¡pero tú más!”. Con ello, desvían la atención de la confesión y se enfocan en acusar al de enfrente, que obviamente se intentará defender.