El escritor Arturo Pérez-Reverte, quien ha presentado su nueva novela ‘Línea de fuego’ (Alfaguara), ha lamentado este martes 6 de octubre que los políticos actuales hayan «reabierto la Guerra Civil» española con «una tendencia bastarda a usar lo fácil y lo simplón como argumento político».
«Quienes hicieron la Guerra Civil querían cerrarla, políticos como Fraga o Carrillo, y de hecho la cerraron y era algo que ya estaba resuelto. Era historia», ha explicado en la presentación en Madrid de su libro, en el que novela la más cruenta de las batallas de la Guerra Civil, la del Ebro.
«Pero cuando no hay base intelectual ni se hace una política seria ni se tiene una ideología basada en el conocimiento hay una tendencia bastarda a usar el blanco y el negro, lo fácil, como argumento político», ha criticado el escritor, señalando a los políticos españoles actuales.
«Las nuevas generaciones de políticos carecen de ese plano intelectual y recurren a argumentos maniqueos para suplir sus carencias. Y en las generaciones actuales el receptor es un joven sin capacidad para razonar esos discursos falsos emitidos por ignorantes», ha alertado el autor de la saga Alatriste.
En cualquier caso, Pérez-Reverte ha reiterado que su objetivo con esta novela no es el de «una misión ideológica». «El mundo que lo arreglen las ONGs o los políticos, aunque sé que esta novela no va a gustar ni a los unos (aquí pondría esa ‘hache’ unamuniana) ni a los otros», ha ironizado.
No obstante, ha matizado que si ‘Línea de fuego’ «termina molestando» a determinadas personas le hará «extremadamente feliz». «Sé que por la extrema derecha y la extrema izquierda voy a tener críticas y me genera un retorcido placer. Hay quienes utilizan la Guerra Civil como arma ideológica irresponsablemente y si a estas personas les molesta, me hará feliz», ha añadido.
«Cuando oigo hablar ahora de los políticos con irresponsabilidad y desconocimiento extremo de lo que fue ese drama humano me pregunto ¿cómo se atreven?», ha cuestionado Pérez-Reverte, para quien la Guerra Civil fue «una guerra muy española» que incluía «una mezcla de rencor y conocimiento del adversario».
Para el escritor, la Guerra Civil la ganó «Franco, los militares de su entorno y la gente que estaba con él», pero al mismo tiempo «la perdieron los jóvenes de los dos bandos. «En la guerra he visto morir de muchas maneras, pero nunca nadie lo hacía por la patria, Dios o la Repúblicas: se luchaba por cosas más inmediatas», ha apuntado.
LA MUJER, «LA GRAN PERDEDORA»
También en ‘Línea de fuego’ hay espacio para las mujeres, representadas a través de la Unidad de Transmisiones. «Necesitaba mujeres en esta historia, no como las libertarias folclóricas de Vicente Aranda, sino mejor formadas y disciplinadas», ha señalado, para luego recalcar que la mujer fue «la gran perdedora» de este conflicto.
«En tres años perdió un siglo, para volver a ser esclava sumisa de maridos y confesores», ha destacado. De todas formas, a lo largo de la presentación Pérez-Reverte ha insistido en su papel de novelista para «contar historias» y, en este caso, contar «la Historia de los españoles».
Para ello, ha recurrido a una «visión poliédrica» con la que se trate de recuperar el discurso de los testimonios reales que vivieron la guerra. «Que esto desaparezca es peligroso y la idea se vuelve manipulable: la Guerra Civil no fue una guerra de cuatro generales o curas contra el pueblo español», ha añadido.
«Esta novela es sobre nosotros, no es una novela ajena que intenta mostrar algo exterior, es nuestra propia memoria. No pretendo resolver el conflicto, sino que el lector se reconozca en sus páginas, porque la aproximación a la parte humana es lo único que nos salva del discurso partidario e irresponsable que se están encargando de colocarnos», ha concluido.