El camino ha sido largo, pero Rafael Nadal ha dado todos los pasos para vislumbrar la cumbre del Everest que representa ganar una vez más el Roland Garros. Este no solo sería el Grand Slam número 20 que obtiene, también sería el torneo parisino número 13 que ganaría. El español está en su elemento cada vez que visita la capital francesa, porque en tierra batida se siente como en casa; no obstante, en esta edición todavía le quedan algunos obstáculos por pasar antes de llegar a la meta.
Si bien el balear ha ido superando a sus rivales con una facilidad pasmosa, más aún tras no haber competido desde marzo y solo jugar en Roma. Pero ahora tocarán los huesos más duros de roer, porque los cuartos de final comienzan y algunos de los elementos habituales han cambiado. Todo luce más complicado, aunque Nadal no parece que se vaya a rendir estando tan cerca.
4La nueva bola sigue generando polémica
Durante este Roland Garros, el oriundo de Mallorca no solo tendrá que superar a otros tenistas para llegar hasta el título; también le está haciendo frente a otros elementos que parecen no ser principales, pero influyen mucho en los juegos. Uno de esos son las nuevas bolas marca Wilson. Con la nueva marca de pelotas que se están usando en esta edición, la polémica no ha cesado. Al ser más grandes que la de las torneos pasados, estas pesan más y eso dificulta el estilo de juego de un Nadal que suele lanzar tiros con mucho efecto hacia el fondo. También por el frío y si el partido se alarga hasta la noche, la bola se expande y pesa aún más; algo que también se convierte en otro obstáculo. Definitivamente, Nadal lo tiene complicado en su camino a la cima.