El índice glucémico (IG) es un sistema que nos ayuda a clasificar los alimentos por su respuesta glucémica, algo determinante para llevar una vida sana y poder seguir con éxito dietas de adelgazamiento. Es decir, el índice glucémico permitirá saber la respuesta glucémica de un alimento que contiene la misma cantidad de carbohidratos que un alimento de referencia.
En otras palabras, este término se usa para medir la rapidez con la que los hidratos de carbono de un alimento pasan a la sangre en forma de glucosa tras ser digeridos. Cuanto más rápido se realice este proceso, más pronunciados serán los picos de azúcar en sangre.
6¿Cómo debemos utilizar de forma correcta el índice glucémico en la dieta?
En la práctica, para utilizar correctamente el IG en nuestra dieta, debemos:
Sustituir la mitad de los alimentos con IG elevado por alimentos con IG bajo. Además de no pasarte con el tamaño de las raciones, tienes que basar la dieta en alimentos con un IG bajo o medio y evitar los que tienen un IG de 70 o mayor.
Comer un alimento con bajo IG en cada comida. Comer más legumbres: Lentejas, alubias, garbanzos, sobre todo si se cocinan con verduras.
Escoger verduras y frutas con IG bajo. Las frutas y verduras más recomendables son: manzanas, fresas, grosellas, arándanos, albaricoques, melocotones, ciruelas frescas, kiwis y coles, apio, pepinos, tomates, calabacines, espinacas, berros, setas, cebollas, berenjenas, pimientos, lechuga, rúcula, escarola, endibias, respectivamente.
Escoger aquellos alimentos que son menos procesados. Comer pan con levadura, que, por su acidez, reduce el vaciado gástrico y reduce la velocidad de digestión.
La pasta integral, el arroz integral, los granos y los lácteos como el yogur, el requesón o el queso de Burgos son alimentos seguros.