Comenzamos este artículo diciendo algo que por obvio, quizás muchas veces pasamos por alto y es que hay que hacer un uso racional y controlado de cualquier medicamento ya que estos siempre tienen efectos secundarios. Además, no debemos automedicarnos, debemos seguir las instrucciones de nuestro médico o farmacéutico. La aspirina y el paracetamol son dos de los analgésicos, junto con el ibuprofeno, más tomados a día de hoy a lo largo de la geografía mundial.
En España podemos comprar ambos sin receta en la farmacia. Son paliativos para el dolor de cabeza, los dolores menstruales, los dolores musculares y los estados febriles leves, entre otros.
5Qué es la aspirina y para qué se emplea
La aspirina o ácido acetilsalicílico, es un antiinflamatorio no esteroideo que está indicado para tratar el dolor, la fiebre y la inflamación.
Pero a diferencia del paracetamol puede causar problemas de estómago.
La aspirina se prescribe para aliviar los síntomas de la artritis reumatoide, osteoartritis, lupus eritematoso sistémico, y ciertos otros trastornos reumatológicos. Sin prescripción la aspirina es utilizada para bajar la fiebre y aliviar el dolor leve a moderado, como el dolor de cabeza, el dolor de los períodos menstruales, la artritis, los resfriados, los dolores de muelas, dolores musculares, etc.
También se emplea en las personas que tuvieron un ataque cardíaco y para prevenir los accidentes cerebrovasculares isquémicos.
La aspirina pertenece al grupo de los medicamentos llamados salicilatos.
La aspirina prescrita viene en un formato de tabletas de liberación lenta. Pero sin prescripción puede venir en forma de tabletas regulares, tabletas de liberación retardada, tabletas masticables, etc.