Los rebrotes de infecciones de coronavirus han frenado la actividad económica de la zona euro hasta un nivel prácticamente de estancamiento en el mes de septiembre, como consecuencia principalmente del deterioro del sector servicios, con Alemania y en menor medida Italia como únicas grandes economías que lograron expandir su actividad privada, mientras Francia y España registraron sus peores datos en cuatro meses, según refleja el índice PMI compuesto.
En concreto, este indicador adelantado de la actividad de las empresas de la eurozona retrocedió en septiembre hasta los 50,4 puntos desde los 51,9 de agosto, después de que el PMI del sector servicios empeorase a 48 puntos, frente a los 50,5 del mes anterior, mientras que, por el contrario, la actividad manufacturera de la región ganó impulso el mes pasado, elevando su índice PMI hasta los 53,7 puntos desde los 51,7 del mes anterior.
«Puesto que la economía de la zona euro casi se estancó en septiembre, las posibilidades de una nueva desaceleración en el cuarto trimestre claramente han aumentado», advirtió Chris Williamson, economista jefe de IHS Markit.
En este sentido, los nuevos pedidos recibidos en la zona euro aumentaron solo ligeramente en septiembre, lo que permitió a las empresas ponerse cómodamente al día de sus cargas de trabajo, reduciendo por decimonoveno mes consecutivo los pedidos pendientes.
De este modo, las cifras del empleo volvieron a empeorar en la zona euro, marcando la séptima caída mensual consecutiva en los niveles de personal, aunque el ritmo de ajuste fue el más débil de la actual crisis, con Francia y España registrando los recortes más drásticos en las cifras de empleo, mientras que Italia indicó los más débiles.
Además de estas diferencias entre sectores, en septiembre se observaron «notables divergencias» en la actividad de los países de la eurozona, con Alemania (54,7) registrando un sólido ritmo de crecimiento, muy por encima del conjunto de la región y de Italia (50,4), la otra economía que logró expandirse en septiembre, mientras Francia (48,5) y España (44,3) se situaron en contracción arrastrados por el hundimiento de los servicios.
«España se ha visto especialmente afectada ya que el aumento del número de casos de la Covid-19 provocó más dificultades en la vida diaria», apuntó Williamson, señalando que, sin tener en cuenta la ‘Gran Reclusión’ entre marzo y mayo, la contracción del sector servicios en España en septiembre fue la mayor registrada desde noviembre de 2012.
En este sentido, el experto advirtió de que los gobiernos de la eurozona deberán estar atentos para brindar apoyo oportuno a la recuperación, junto con una política monetaria cada vez más acomodaticia. «Cualquier deterioro adicional de las cifras del índice PMI a medida que avanzamos en el cuarto trimestre añadirá más presión a los pedidos de más estímulo», añadió.