El líder del nuevo JxCat y expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha sostenido este domingo que su partido será «un defensor insobornable» del 1-O en Cataluña, desde la pluralidad, la transversalidad y el compromiso con la independencia.
En el discurso de clausura del congreso fundacional del partido, ha dicho que JxCat sigue defendiendo los acuerdos alcanzados por las fuerzas independentistas en 2017: «Nosotros somos fieles a eso, forma parte de que la política son convicciones y compromisos».
Además, JxCat quiere garantizar que el Govern siga avanzando con la república catalana como «norte», ya que no les asusta superar el 50% de los votos a favor de la independencia, ha mantenido Puigdemont.
Lo harán –ha dicho– desde un proyecto transversal y abierto que aspira a renovar la política catalana, porque «debe haber una voluntad clara de conjurar el sectarismo» y construir los partidos de forma diferente.
En ese sentido, ha defendido llegar a acuerdos tanto con quienes comparten un proyecto similar al de JxCat como con quienes no, y ha reivindicado la convicción y los compromisos en la política: «No es una mercancía».
UN CONGRESO EN PANDEMIA
También ha felicitado a los órganos del partido por cómo se ha desarrollado el congreso fundacional: «Ha sido una gran proeza por estas circunstancias de pandemia y exilio, y también por las dificultades que nos hemos ido encontrando».
«A alguien la aparición de JxCat no le ha hecho muy feliz ni muy contento, y es normal porque representamos la garantía de que en el próximo Govern del país haya una mayoría nítidamente independentista», ha añadido.
«DOS CERTEZAS»
Para Puigdemont, la fundación de JxCat se basa en dos certezas: la primera, que «el progreso de los catalanes dentro del Estado español no está en sus manos»; y la segunda, que en una Cataluña independiente eso sí dependería de las instituciones catalanas, según él.
«Ahora también tenemos evidencia acumulada de que da lo mismo el régimen o el gobierno, izquierda o derecha, minoría o mayoría, hay una discriminación económica, social y cultural de Cataluña como minoría nacional», ha lamentado.
A su entender, pese a que los partidos se esfuercen y lleguen a consensos –del 50% o del 100%, ha destacado– los catalanes seguirán siendo una «minoría nacional del 16% apenas que no tiene ninguna posibilidad de hacer nada transformador».
«El mejor Govern que puede tener este país no lo obtendremos por más obedientes que seamos en el marco autonómico, porque el techo autonómico es tan bajo que si fuera un edificio diríamos que está fuera de normativa», ha zanjado.