La temporada para el Real Madrid no comenzó tan bien como se esperaba. A pesar que en los resultados no le ha ido mal, con dos victorias y un empate; las sensaciones de juego dejan mucho que desear, por lo que se necesita con urgencia algún refuerzo que revitalice un equipo que parece que se está quedando paralizado en el tiempo. Esta ausencia de fichaje en el equipo blanco es algo que se dio a conocer casi desde el principio del mercado, pero eso no quiere decir que aún ahora no ponga nervioso a un Zinedine Zidane que lo está pasando algo mal.
El hecho es que el entrenador francés nunca lo a admitir ante los aficionados y la prensa; no obstante, de puertas para adentros mucho se habla de que existe cierto pesar con la directiva de Florentino Pérez por la decisión de no contratar a ningún futbolista en esta ventada de fichajes. La falta de opciones es un tema que le preocupa al técnico galo, porque sabe que con lo que tiene no le alcanzará para luchar en todos los frentes y si lo que hace es perder más efectivos de los que tenía planeados, como esta última venta de Borja Mayoral, pues la cosa se pondrá mucho peor.
Muchas salidas y ninguna entrada
Ciertamente el plan del conjunto merengue para este mercado de fichajes era claro: recolectar unos 200 millones de euros para ahorrar de cara al verano de 2021. En la próxima ventana irían con todo ese dinero recolectado en ventas, además de lo que que genere durante esta campaña, para tratar de fichar a Camavinga, Upamecano, hacer un oferta por Haaland y conseguir contratar a un Mbappé que es el máximo anhelo de todos los merengues. El objetivo claramente se ha logrado, al salir de jugadores como Bale o James Rodríguez con los que Zidane no contaba, pero el problema se da cuando se van otros con los que si podían aportar esta campaña.
Esa marcha de Mayoral a falta de tres días para el cierre del mercado de fichajes, realmente dejó en jaque al estratega francés; porque si bien no contaba con él al principio de la pretemporada, con los entrenamientos y algunos partidos, el de Parla lo había convencido para quedarse. El problema está en que su salida se fraguó después que dijo que quería quedárselo. Sin embargo, la directiva desoyó sus deseos y decidió que debía quedarse mejor con Jovic, que fue petición suya y por el que se pagaron 60 millones de euros. Esa resolución unida al hecho de que no quieren fichar a nadie por más que él lo pida, pues tienen muy enfadado al entrenador blanco.
Zidane no pudo tomar decisiones
Las cosas esta temporada serán muy complicadas, porque Zidane tendrá que exprimir a los mismos jugadores con los que ganó el título de Liga el curso pasado; algo que realmente no le gusta para nada, debido a que ya él advirtió que debían renovarse, pero simplemente la directiva no lo escucha para apegarse a ese plan del verano 2021.
Zidane entiende todo eso, pero no comparte la idea de que se arriesgue el prestigio del equipo esta temporada y se trate de poner todas las esperanzas un año después. El francés quiere pelear en todos los frentes ahora y siente que con las armas que tiene no será suficiente. Ya a final de campaña se verá si la dirigencia hizo bien en no escucharlo; mientras él se las apañará con lo tiene a la espera de que no le saquen más futbolistas en unas últimas horas de mercado siempre dejan sorpresas.