Hemos visto Ratched en Netflix y esto es lo que nos parece

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“Ratched” es la serie del momento en Netflix. El verano lo ha cerrado Sarah Paulson a lo grande con su actuación en otra de las comentadas producciones de Ryan Murphy. La idea original pertenece a Evan Romansky, un joven creador del que apenas se ha oído hablar. Por lo tanto “Ratched” es su gran primer trabajo conocido. Sin embargo Ryan Murphy (y sin dejar de lado a Romansky) es quien ha estado moviendo lo hilos detrás del proyecto, algo que se ha podido comprobar en el transcurso de los episodios.

Netflix no ha perdido la oportunidad de lanzar una historia de esta envergadura. La serie es una especie de precuela sobre el aclamado personaje, Mildred Ratched de la oscarizada película “Alguien voló sobre el nido del cuco”. La serie ha logrado simular de forma particular la atmósfera que consiguió Milos Forman en 1975, sorprendiendo a la crítica, ya que Ryan Murphy tiene tendencia a la excentricidad en sus creaciones. “Ratched” cuenta los orígenes de esta peculiar enfermera que se infiltra en un hospital psiquiátrico con una misteriosa misión, sin embargo acaba enredada en manipulaciones y mentiras que la llevarán modificar sus objetivos.

Hemos visto Ratched en Netflix y esto es lo que nos parece

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Sarah Paulson se atreve con todo

Sarah Paulson en Ratched
Hemos Visto Ratched En Netflix Y Esto Es Lo Que Nos Parece

Ahora, 45 años después, Sarah Paulson se ha atrevido con este personaje, y es que no ha supuesto ningún reto para ella teniendo en cuenta su magnifico historial y versatilidad frente a las cámaras. Se ha afirmado, que Paulson en esta ocasión ha encarnado a una joven Ratched menos deshumanizada, pero yo no lo creo así. Se trata simplemente de otra versión del mismo personaje y centrándose en nuevos detalles para la construcción de esta narrativa.

La evolución del la Mildred es excepcional, ya que al principio se muestran esos rasgos manipuladores y cínicos, no entiendes por qué Mildred hace lo que hace y se le considera más bien una «psicópata», pero la tensión está muy bien manejada y acabas descubriendo en pequeñas dosis que todo esto enmascara a una persona cegada por el amor que siente por su hermano, por los traumas pasados y que está dispuesta a hacer lo que sea necesario para vivir la vida que cree que ambos merecen.

Eso sí, su imagen es impoluta, cargada de elegancia y estilo, incluso en los momentos más complejos. Se trata de una persona que pese a contener una enorme tristeza y rabia en su interior, no descuida ni por un segundo su apariencia imponente. Son estilismos propios de una mujer adinerada, más que de una falsa enfermera que va dando tumbos sin una dirección concreta.

Como siempre el colectivo LGTBIQ en las creaciones de Murphy está presente, y pese a que el personaje se valía por sí mismo sin necesidad de un interés romántico, entiendo el acierto de establecer un vínculo emocional con otro de los personajes añadiendo otro elemento, que la humaniza. Al fin y al cabo, una lesbiana en 1940 era considerada una enferma mental, como muy bien destacan en la serie, trabajar con esta premisa y hacer que Mildred luche contra el tabú de la época, pero sin convertirlo en su rasgo principal es muy adecuado.